Nada más entrar en el Haifischbar, queda claro que éste es el lugar ideal. No sólo por el buen gusto de su diseño interior, sino también por el ambiente elegante y desenfadado en el que los visitantes pueden relajarse y disfrutar de una buena conversación. La luz tenue y cálida armoniza perfectamente con la sencilla combinación de colores del mobiliario. Los muebles tapizados en verde se alternan con mesas de mármol brillante e invitan a sentarse juntos en un ambiente acogedor. Los distintos elementos de iluminación, en parte nostálgicos y en parte modernos, confieren al interior su inconfundible atmósfera. Esta es sin duda una de las razones por las que el Galander Haifischbar atrae a una colorida mezcla de huéspedes. Todo el mundo es bienvenido.