Un homenaje al legendario escritor con la nostalgia de un tiempo ya pasado.
El suelo de parqué de un antiguo gimnasio, los guantes de boxeo antiguos y las cañas de pescar nos recuerdan que Ernest Hemingway fue un gran deportista durante toda su vida. El objeto más valioso, sin embargo, es un retrato del compositor Chopin que en su día colgaba en el famoso bar Hemingway del Hotel Ritz y que adquirimos en una subasta.
El período del alquiler se puede negociar con libertad