LA BURGVILLA: AMOR A PRIMERA VISTA
En 1908, el arquitecto Franz Burkhard construyó la Burgvilla en Rödelbergweg para el comerciante de alfombras de Fráncfort Max Bauer. Tras su muerte en 1958, la casa cambió varias veces de inquilino hasta que finalmente, en 1976, la familia Gläser alquiló el edificio y se dedicó a proteger este monumento con gran dedicación y atención al detalle. Este compromiso fue recompensado en 2005 con el Premio a la Preservación del Monumento de Hesse.
En 2013, los actuales propietarios se enamoraron del encanto del antiguo edificio, que ahora está a la venta, y vieron la oportunidad de convertirlo en una joya.
SALAS PARA HASTA 50 PERSONAS
Bodas, cumpleaños, bautizos, comuniones y confirmaciones o simplemente una noche de señoras o de caballeros: es la mezcla de momentos personales y celebraciones fastuosas lo que se recordará. El encanto de la Burgvilla es una excelente manera de conservar estos recuerdos como los más bellos.
Para una fiesta de este tamaño, ofrecemos toda la planta baja de la Burgvilla: Entrada, salón de chimenea, bar, salón, salón abovedado. El salón abovedado puede acoger cómodamente a 50 personas para una comida sentadas, el salón contiguo puede utilizarse como pista de baile, la zona de bar de transición puede utilizarse para refrescos y el salón de la chimenea para fumar.
PATIO INTERIOR
El romántico patio interior -de unos 120 metros cuadrados- sirve siempre como zona de recepción para eventos más grandes. Aquí es donde se toma el aperitivo, se sirve el bufé volante y se da la bienvenida a los invitados. Música a su gusto suena de fondo, velas, farolillos, pequeñas hogueras y el viejo roble iluminado crean el ambiente perfecto a una hora tardía. Mesas de bar, asientos y muebles de salón invitan a quedarse. En los meses de verano, puede que ni siquiera quiera entrar. Si el tiempo es suave y seco, no tendrá que...
El período del alquiler se puede negociar con libertad